El resurgir

El reto de Lidia





El humo fue disolviéndose, solo quedaban piezas rotas de aquellos robots.

Vicrot salió de su escondite y lloró al ver a su familia muerta. Él cogió una foto de su mesilla y en una mochila juntó sus pertenencias. A su paso cada lágrima abonaba la tierra y un sendero de flores captó la atención de la joven hada.

Ella esperaba una señal para su misión y ahora vuela más rauda.

Vicrot llegó al bosque al anochecer, el sonido de violines le hizo dormir. El hada empezó el ritual de humanización, el primero de muchos.  

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