Acepté la oferta. Había hecho de muchas personas diferentes, este nuevo papel no sería complicado.
A las dos semanas me secuestraron, me llevaron hasta una zona desértica, allí había una oficina y entramos, la habitación tenía una ventana. El jefe me torturó queriéndome sacar la información sobre el yacimiento de malaquita. El reloj iba pasando, resistí y a las 16 un ciervo apareció enfrente de la ventana, les dije que él sabía todo.
Ellos le vieron.
Desperté y él me dijo:
—¡Ya puedes ser tu mismo!, ellos ahora son mis esclavos.
Qué intrigante, David. Has creado una historia muy truculenta, pero con final esperanzador. Muy buen trabajo.
Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes.
Un abrazo y hasta pronto!
Muy acertado, David.
El relato me ha gustado muchísimo por la forma de plantear la situación.
Pero el final… el final es sorprendente y resulta genial.
Gracias por escribirlo.
Un saludo.
Muchas gracias 😊