El ojo no vio ¿Acaso quiso ver?
Quedan los libros por la mitad,
intereses cambiados siegan los brotes.
Escríbelo en cuneiforme, en cualquier tipo…
sigue sin ver.
Otros lo vieron y las historias
siguen su curso.
Todos los trajes descansan en el
Palacio.
Árboles desnudos lloran sus hojas.
Adioses mustios se pudren
en las bocas.
Vendas aprietan, frágiles hombros
¡Ciegos!
Pájaros silenciados es el precio
por estos tuertos comandantes.
Muy bien, David. Es un poemas que, aunque bello en su forma, es muy crítico en contenido y algo desesperanzador. Pero es perfecto para el reto, pues has incluido de forma ingeniosa cada elemento.
Muchas gracias por participar.
Hasta pronto.