Testigo

El reto de Lidia

La luz llegó tarde a su turno y la noche pagó su peaje.
La testigo estaba desolada, después de salir del encierro de plástico no pudo dormir en toda la noche. Un minucioso examen la última prueba para salir en libertad aunque seguía atormentada por las visiones de lo acaecido en el observatorio.

-Padre, esa taza lo debió pasar muy mal.
-Pues peor le fue a la linterna, sigue intermitente cada luna nueva contando en Morse la tragedia.

 

 

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