Te sientas a ver los últimos rayos del atardecer, nunca supiste quien fue el que dejó la maleta aquel día y desde ese momento no lo has vuelto a ver.
Sentado en medio del jardín,pensando en las cosas que fueron y aquellas que quedan por vivir; distraídamente pasas el rato; una foto, un recuerdo de aquel verano, de aquella vida, de la última vez que le viste. Es lo único que aún te queda y ahora en la quietud desolada, avanzando los pasos en la encrucijada, decidiendo por qué camino ir, sintiendo sin saber nada.
Será un punto y final o algún día le volverás a encontrar.
Microrrelato seleccionado en el I Concurso de Microrrelatos
«Tardes de verano»