Piedras de los albores
que guardáis el ayer.
Iluminad el sendero que perdimos
por querer ser lo que no fuimos
Restos de esos esplendores,
que guardáis aquel saber.
No dejéis que la luz nos ciegue
y perdamos todo lo que tenemos.
Piedras que ahora sudáis sangre
y antaño fuisteis almirantas.
Dadnos vuestro saber, que se nos pegue
y guíe nuestros remos.
Piedras que lloráis ante el desangre
y tuvisteis honra de santas.
Estos ópalos son vuestros,
no os merecemos como ancestros.