Fuiste el gran desafío para despertar, salir de la burbuja brillante y mirar las grietas de cada estructura.
Abriste el telón para mostrar las censuras y las ventas del control.
Dejamos muchas hojas desaprovechadas en cada baba de las botas a cuestas.
Fue el tiempo de las miradas a la dama, abrazos al aire. Levantarse del sueño de hierro y volver de la luna. Abrir el suelo, recordar desde el cristal lo que siempre supusimos.
La tormenta mágica de este año bisiesto no ha hecho nada más que empezar. Difícil elegir entre el virus y el pan.
Fuiste 2020 alumbrado entre sollozos, herido antes de nacer por el dragón rojo. No eres culpable de nada, no llores al irte que gracias a ti pudimos ver más allá de la nariz.
Espero haber aprendido las notas de esta comparsa y te agradezco todos los besos a tierra que me diste, todos los momentos de pie, no por sentado lo que tengo está.
Adiós primera estrofa de esta melodía brava, adiós dulce agitador, adiós gotas de sudor, adioses que se consumen en la primera a dicha.