Entre grupos de electrógenos se esconde el pasado, en un clic cambia el escenario:
Aquel 1908 susurraban los trigales, Blai y Charky jugaban al escondite mientras aquel Ford exhibía su diseño por la comarca. El adiós de Carla en la curva y unas gotas después la llevaba en mi barca, fue uno de los adioses más sonados en la comarca. Semanas de días nublados volvieron a presidir aquella tierra…
Una voz le sacó de su recuerdo.
—¡Abuelo Caronte! Cuéntame otro adiós de tus memorias.
¡Hola, David! Vi en twitter tu participación. Un poco macabro, debo admitir, pero ese toque de humor negro me ha hecho sonreír.
Muchas gracias por participar en el reto.
Saludos y hasta pronto.