Drek estaba débil, los pasos más cerca.
Salió corriendo hacia ese resplandor, caía, volvía a levantarse, así era su huida. El crepitar de las sombras marcaba el ritmo, envueltas en llamas se retorcían.
Despertó entre cables en un tipi, un oso vigilaba la entrada.
Una noche ya no vio ningún animal sagrado, solo unos ojos verdes que le decían
—Has llegado a tiempo.
Siempre le acompañaría esa sonrisa siniestra del tótem.
Nací en Valencia en 1979.
A partir de ahí, una aventura el vivir y una lucha constante.
La escritura siempre me acompañó, ya sea para mejorar mi disgrafia, para evadirme, crear otro mundo, expresar lo que me cuesta decir y la poesía es mi mejor herramienta. También disfruto mucho leyendo y practicando el running.
Autor del poemario: "Fragmentos de vida", una vida llena de vicisitudes tocadas de verde, la vida de una persona con discapacidad.
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3 Comments
Hola, David :) Tu micro es misterioso y a la vez me ha erizado la piel esa huida desesperada.
Muy bien integrados todos los elementos del reto.
Muchas gracias por participar.
Un abrazo.
Hola, David :) Tu micro es misterioso y a la vez me ha erizado la piel esa huida desesperada.
Muy bien integrados todos los elementos del reto.
Muchas gracias por participar.
Un abrazo.
Por qué las caras de los tótems da tanto escalofrío?