Ahora

Unos pasos rompen el silencio, la sombra triste alarga su figura y las nubes serias amenazan con estallar.
Los árboles doblados por el peso del odio, el viento arranca un réquiem por la libertad.
Crujen los fríos mármoles ante el paso perturbador del extraño.
El recuerdo del ayer presente en cada movimiento, cuando la concordia era la bandera y todos aprendieron de aquellas aniquilaciones sin fronteras.
Ahora, todos los ojos están expectantes en la piel del toro. Allí donde hubieron cipreses y robles que sembraron el diálogo, la conciliación y la concordia.

¡¡Hermanos!! Dejemos enterrados el hacha y el globo hinchado que nos dificulta caminar, no caigamos en el Alzheimer corrosivo que la guillotina espera más sangre y cayó el primero. Si juntamos los colores pintaremos sonrisas, un mañana donde nadie esté fuera del cuadro.
Con piezas de diferentes lugares formaremos el mosaico más esplendido jamás visto, con trozos morados, verdes, azules, rojos… todos para los que nos han encumbrado.
Hay demasiados laberintos para llegar a cualquier sitio que no estaban, muros asfixiantes que nos apuñalan, caballos locos que nos llevan al precipicio, para qué más destrucción de la que ya sufrimos.

La magia surge al fusionar elementos dispares como los mejores cinco años con un cheque escolar.
Venid búhos, llevad estas palabras a las alturas, carpinteros quebrar la coraza embotadora de los que están en el pedestal, lechuzas cambiadles las gafas, ruiseñores destruid con vuestro canto sus volcanes; volad en formación que el tiempo se nos escapa.