Empezar diciendo que es todo un honor ser embajador de la XIII Milla Paralímpica, una carrera donde nos encontramos muchos amigos y son dos vueltas al circuito. Aquí hay gente de todas las edades, fijaos en Carlos, ese niño con el andador como corre. El espíritu de superación lo tenemos dentro. No importa la diversidad funcional, todos podemos hacerlo.
Hay algo especial en escuchar nuestros nombres para colocarnos en la salida, como si fuéramos famosos. Aunque no me gustan los primeros lugares, hoy era una excepción.
Aquí en el vídeo se puede ver mejor. El nivel era alto y mención especial para Francisco Maderuelo: atleta paralímpico, internacional y que estuvo en la IV edición de la milla.
Mantuvimos un bonito duelo desde la salida, fue muy emocionante hasta la segunda vuelta donde en la subida apreté un poco para hacer un sprint en la bajada. Como se ve en el vídeo llegamos con poca diferencia.
Todos tienen cabida en esta maravillosa carrera y solo tengo palabras de gratitud hacia Kike Moret, A Punt por la entrevista en los organizadores. También a la ONCE que ha llevado muchos chavales a competir en esta edición, el futuro del atletismo.
Sin tiempo a recuperarse, viene la Subida al Castillo de Chiva. Una carrera de 10km inscrita en el calendario RunCáncer.
En este álbum están las fotos de las dos carreras y las premiaciones. Era todo un reto de pretemporada, hacer dos carreras casi consecutivas y esta vez el circuito era más duro con la subida al Castillo en la mitad del recorrido y muchas cuestas con pendiente. Además para hacerlo más difícil estaba sin el reloj por tanto desconocía los kilómetros que llevaba hechos. Carrera sin chip para ahorrar costes y que todo fuese íntegramente para el Cáncer. Muy buena señalización del circuito con pintadas verdes, gente animando en muchos puntos y yo probando mis fuerzas y mi mente. Solamente en algunos puntos otros participantes me decían cuantos kilómetros llevaba. Un 10 a la organización y la animación en puntos complicados. Muy buenas cosas al final para recuperarse.
Al final, reto superado con molestias pero contento de haber acabado estas dos carreras, contribuir a una buena causa y ser embajador en una de ellas. Algo que nunca me hubiese imaginado.