En cierto lugar donde las miradas se cruzan hacia el mar, esperando un poco que el tiempo se pare para poder ver en el horizonte un barco sencillo lleno de esperanza, alegría de muchas cosas que la ciudad no tiene.
Está triste pero sigue haciendo sus cosas a pesar de olvidar los sentimientos que un día se esfumaron. Nadie sabe lo que ha podido suceder en tantos años que se han vivido desde el inicio de la ciudad que se remonta a las primeras civilizaciones pasando por muchas calamidades, penurias, incendios, aseos, saqueos, plagas y un sinfín de vicisitudes que han hecho pensar a los que vivían en esos momentos y a quien observa desde lo alto que se extinguiría la ciudad pero ha sobrevivido cambiando edificios, haciendo nuevos diseño en las comunicaciones, los abastecimientos y la gente diezmada se ha reproducido, además de venir de otros lugares colindantes o lejanos que ya no pudieron volver a ser lo que fueron y desaparecieron para siempre. Cuanta historia tiene la ciudad pero ahora
está gris, apagada mirando con asombro y tristeza sus vestidos, dándose cuenta que muchas cosas ya no están presentes y las gentes confundidas vagan por los lugares sin rumbo y perdidas.
La ciudad
