Los caminantes merodean en cada esquina,
agigantadas pantallas engullen el futuro,
solo queda la torre para frenan el alzhéimer colectivo.
Exhala el último sensato al finalizar esta melodía:
Oh tinta antigua,
esencia del sentido
libéranos del gran show,
aplaca los incendios
de la ignorancia
que nos congelan.
—¡Sal del refugio hijo, empápate de veracidad!
Buf, muy buena poesía, David. Hay que releerla para sacarle todo el jugo, pues condensa mucho más de lo que parece. Muchas gracias por tu aporte. Un abrazo.